Estimadas familias, alumnos y compañeros, hoy hemos celebrado en el cole el día internacional de la PAZ. Para ello hemos construido entre todos nuestro particular tren de la paz, lleno de semillas para sembrar ideas de tolerancia, diálogo, respeto, solidaridad, igualdad y paz, pues al sembrar siempre algo se recoge.
Permitidme que haga propia la reflexión que he encontrado en uno de los muchos blogs interesantes (que los hay) que he visto en internet:
«La Paz es el noble arte de vivir como hermanos, una cualidad que no se nace con ella, sino que hay que enseñársela a los niños desde pequeños. En el Día Internacional de la Paz, deberíamos reflexionar sobre si estamos haciendo todo lo posible por enseñar a nuestros hijos este noble arte tanto en casa como en las escuelas.
El cerebro de los niños posee una infinita capacidad de asimilar las experiencias sociales acumuladas por la humanidad durante cientos de generaciones. Así, de esta manera, los niños aprenden a hablar casi sin darse cuenta. ¿Por qué no aprovechar esta plasticidad del cerebro humano para inculcar valores como el de la paz? Es misión de los padres, educadores y profesores, que cuidan y atiende a los niños, enseñarles cómo desarrollar el noble arte de vivir como hermanos».